La crónica policial dirá que en la mañana del jueves 3 de julio de 2008, el productor agropecuario Gustavo Scuri murió al explotar un tambor en el que elaboraba un preparado para las semillas a sembrar en su campo La Madrugada.
Quien suscribe hace pocos días hacía una editorial en la que reflejaba el tipo de hombre de campo que estaba parado en las rutas, y paradojicamente, sin nombrarlo, tipificaba en él el referente de un chacarero que viene de familia agropecuaria por padre y madre, y que "se hizo" en largas madrugadas de adolescente "chupandose" intensas heladas en un tractor sin cabina. Los vientos del sudeste y las heladas de mas de 50 inviernos habían curtido imborrables huellas de esfuerzo y trabajo en sus manos y rostro.
¿Un heroe?.
No.
Solo que es necesario contar esto para referenciar en Gustavo el ejemplo de mucha gente que no se sintió nunca cómoda en la ruta, porque no era su espacio. Gente que lo único que quiso decir en voz alta es que quería volver al campo para seguir produciendo en condiciones razonables.
Por eso, en esta desaparición de un chacarero que murió en su ley, produciendo; duelen mas que nunca las palabras de oligarcas o especuladores que recayeron sobre el sector agropecuario en estos 100 días de lucha.
Si el espíritu de 3 generaciones no motorizara sus ganas de seguir produciendo, ¿hubiera corrido este riesgo, si doblegado por la desazón de este modelo de retenciones, hoy tuviese arrendado campo?. Claramente no.
Hoy su madre pierde su único hijo. Su esposa pierde su marido, sus hijos su padre. ¿Por qué?. Porque estos chacareros cabezadura siguen empeñados en producir...
Porque sienten que la tierra es algo mas que una especulación de capital...
Porque ese campo es para muchos, su identidad de vida, su sentido de pertenencia al lugar que los vio, nacer, crecer y forjarse como persona...
Por eso es durísima, como símbolo, la desaparición de este productor
Hubo tiempos de bonanzas, es cierto.
Pero justo es reconocer tambien que muchos de los productores frustraron sus ilusiones tras sequías, granizos, heladas o el quiebre de algún acopio. Cuando la familia del campo siembra no sabe si la cosecha será buena o si tan solo habrá cosecha. Hoy, después de tantos sacrificios, esos chacareros de manos callosas, que ponen el hombro al campo a la par de sus trabajadores, ¿pueden ser calificados de oligarcas, angurrientos o aristócratas desde el poder?.
En la metafora de este triste suceso que enlutó a la comunidad, cuanto menos esas afirmaciones parecen, simbólicamente, una cachetada al alma de quien decidió morir apostando a la producción... ¿Habrá alguna vez una retractación a lo que, como mínimo, puede calificarse un desatino?.
José Luis Roché
1 comentario:
Ante la dificil situación que nos esta tocando pasar por la perdida de un hombre ejemplar,de alguien que dio su vida por su familia, sus convicciones, por lo que amaba hacer, quisiera agradecer de parte de toda mi familia el apoyo y las fuerza, que todas las personas nos estan brindando en este durisimo momento!
No tengo palabras para describir el ser humano que se fue, mi papá, pero tenemos la convicción que con el apoyo de toda la gente que nos quiere y su guia vamos a poder pararnos de este golpe que nos dió la vida.
Eternas gracias!
Gisela Scuri
31.299.353
giselascuri@gmail.com
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