miércoles, 10 de junio de 2009

LIBERTAD DE EXPRESION

Muy rico y generoso nuestro idioma el cual según el diccionario de la Real Academia Española contiene noventa mil palabras. En el congreso de la lengua se informa que hoy en día no se usa más de dos mil. Pedro Barcia presidente de la Academia Argentina de la Lengua advirtió hace poco que los jóvenes usan solo doscientas. Nos espera un cautiverio de la libertad de expresión después de algunas leyes que este gobierno usa o abusa por tener una importantísima parte como el poder legislativo, el poder ejecutivo, el poder judicial lento termina y administra burocracia en lugar de justicia.
No es fuerte un país donde la gente no come, no se educa, no trabaja y no puede sanar sus enfermedades. No es digno un país en donde para conseguir algunas de esas cosas debe entregar su derecho a opinar, disentir y hacer de su vida lo que le parezca mejor sin perjudicar a nadie. No es decente un país que se asusta de pechos al aire y no da una libre expresión al que no piensa como el poder de turno.
Lamentablemente la libre expresión junto con la palabra va perdiendo el sentido, ya no son tenidas en cuenta por su significado, sino por su apariencia. De allí que muchos gobernantes invierten mas su tiempo en decir lo geniales que son, en lugar de demostrarlo.
La expresión nos hace humanos, en tanto expresa el pensamiento y da herramienta a la conciencia.
La Expresión es un Don que los humanos tenemos, elemento valioso para comunicarnos socialmente. Lo que no quiere decir necesariamente que nos vamos a entender. La comunicación es enunciado, es entendimiento, es razonamiento y pacto.
También existe la mala expresión o mala prensa y se debe a diversos factores. En la primera fila de responsables están los malos políticos, que con sus falsas promesas envueltas en brillantes oratorias destruyen los pueblos, generan la desconfianza que la ciudadanía siente antes los reiterados engaños.
Sin embargo por suerte existe la buena prensa o buena expresión que son los que explican quienes somos, que queremos, que nos falta o que nos sobra. Ellos saben que la palabra construye, sostiene, comunica y da entidad, saben que abandonarla y no honrarla con sus acciones, es desmantelar el pensamiento y renunciar a una buena parte de su condición humana.
Estos buenos periodistas saben que no se debe renunciar o archivar ese instrumento maravilloso como es la palabra. Saben que de algo debe valer la palabra para que hasta los “supuestos irracionales” la comprendan.
Saben que la palabra es irrenunciable y no usarla o tenerla prohibida es una de las peores cosas que nos puede pasar.
El español Blas de Otero dice: “…Si eh sufrido la sed, el hambre, todo lo que era mío y resulto ser nada, si he llegado a las sombras en silencio, me queda la palabra….”

A TODOS LOS QUE HACEN DE LA COMUNICACIÓN Y LA PALABRA UN TRABAJO, FELIZ DIA DEL PERIODISTA

ARI GONZALES CHAVES

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