domingo, 31 de mayo de 2009

LA LUCHA POR LOS DERECHOS DE LAS MUJERES

Para hablar de trabajo y un empleo no remunerado, tendríamos que hablar de “amas de casa”, trabajan largas jornadas en el hogar y no cobran un solo peso. A pesar de lo que se avanzo en el terreno laboral, ellas son quienes tienen a cuesta el peso de la casa. A pesar de que se trata de un trabajo pesado y requiere un tiempo mínimo de 7 horas diarias de dedicación con esfuerzo físico, el sistema económico no tiene en cuenta el trabajo domestico como profesión.
Quiere decir, al no estar retribuido no se considera empleo productivo, entonces es “invisible”. A las tareas del hogar, como cocinar, planchar, barrer y fregar que hacen las mujeres, también hay que agregar, administración, contaduría, enfermería, medicina, psicología, etc. son infinitas las profesiones que deben cumplir: cuidar de nuestros hijos y educarlos, en algunos casos hasta el cuidado de las ancianos de la familia, no nos olvidemos del compañero sentimental.
Muchas de ellas tiene otro trabajo fuera de casa no se libran de llevar el doble peso, familia y la laboral. Sin embargo, este tipo de trabajos limitan las expectativas de cualquier mujer, ya que los salarios son muy bajos.
El trabajo laboral de la mujer se remonta el siglo XlX con la industrialización, donde en un principio esa mano de obra masculina, las mujeres se vieron obligadas a compaginar las tareas domesticas con el empleo fuera de casa.
En siglo XX, las mujeres terminaron reemplazando al hombre en las fábricas, por la segunda guerra mundial, ya que ellos se encontraban en el frente. Por supuesto esto marco un precedente dando a conocer que la mujer es capaz de realizar el trabajo de cualquier hombre.
Poco a poco y de forma gradual, la población femenina fue sumándose al mercado laboral. Primero fue ocupando puestos tradicionalmente femeninos, maestra, enfermera, secretaria, ahora las mujeres se encuentran prácticamente en todos los sectores profesionales. Hoy muchas mujeres tienen cargos de poder en el trabajo.
La entrada de la mujer en el empleo remunerado, puso el reconocimiento de un derecho identificado en la Constitución y la posibilidad de independencia económica con el consiguiente refuerzo de su desarrollo personal.
Pese a todo esto, el empleo sigue afectando más a la mujer que al hombre, ya que todavía algunos sectores recelan que las mujeres ocupen puestos de ciertos niveles.
Además, la precariedad laboral repercute más a la población femenina en lo que respecta al número de contratos a tiempo parcial o a salarios bajos.
La igualad de oportunidades para las mujeres pasa por la participaron y representación en los puestos de toma de decisiones.
Muchas veces escuchamos la expresión “Detrás de cada hombre, hay una brillante mujer”. A pesar de que se trata de destacar el papel de la mujer, no se debe pasar por alto el “detrás” ya que se presenta la situación de discriminación. Pasan de la subordinación de estar “bajo” las ordenes de lo masculino a pertenecer “detrás” del hombre, como un modesto segundo lugar.
Los derechos humanos se enmarcaron en el principio fundacional de no discriminación y afirmación de la dignidad y valor correspondiente a cada ser humano.
Si el principio de no discriminación es uno de los pilares de los derechos de la persona ¿Por qué en materia política se produce tal discriminación? Cuando los derechos son la plataforma básica que regula nuestras vidas, así que por ellos (por los derechos) nos pertenece a todos en general.
Tengamos en cuenta que la participación de la mujer se ha incrementado, pero sigue siendo desproporcionadamente baja. Siguen a merced de decisiones políticas tomadas por una mayoría de hombres porque tristemente la representación de las mujeres en cargos políticos sigue siendo muy escasa.
Un gran avance en materia legislativa a favor de las mujeres fue la convención de la Haya en 1902 que adopto medidas internacionales acerca del matrimonio, el divorcio y la tutela de menores.
Por otra parte, las mujeres crearon la comisión Interamericana de mujeres dentro de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 1928. Con el fin de luchar contra la discriminación por sexo, aunque no llego hasta 1952 en la convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer que fue aprobada en la ONU. Donde se afirma que las mujeres tienen derecho al voto en las mismas condiciones que el hombre, que pueden ocupar cargos públicos y ejercer funciones publicas según la Ley Nacional.
Por fin en 1967 nace la Declaración sobre la eliminación de la discriminación contra la mujer, que fue ampliada en la Convención sobre todas la formas de discriminación contra la mujer y entro en vigor en 1981.
El año Internacional de la Mujer, 1975, significo para todas las mujeres un reconocimiento de Naciones Unidas al declarar el 8 de Marzo el Día Internacional de la Mujer.
Diez años después la Segunda Conferencia Mundial de Derechos Humanos, reconoció los derechos de las mujeres como derechos humanos.
La democracia es un valor fundamental que los estados necesitan para una participación igual de los ciudadanos de ambos sexos, en la toma de decisiones, en la economía y en la viada social, cultural y civil. Por eso es que las mujeres todavía tienen un largo camino por recorrer. Nosotros, la sociedad, todavía nos queda desprendernos de esos roles discriminatorios que cargamos sobre ellas y tomar medidas que favorezcan la participación política de las mujeres, y una de ellas seria, aumentar la cuota mínima de candidatura femenina para promover mayor incremento de participación femenina en los cargos electivos.
Es indudable que el derecho al voto de la mujer acelero la actuación en lo político y espacios donde se toman decisiones.
Pero sin embargo, a pesar de ese avance es enorme la distancia que separa del hombre en cuanto al quehacer político.
De acuerdo a los expertos, los principales obstáculos son.
-La existencia de una cultura discriminatoria en gobiernos y partidos políticos.
-Escasa valoración de las capacidades y aportaciones de las mujeres el ejercicio del poder político. -Más falta de programas que promuevan la participación de las mujeres.
En las condiciones actuales del país, donde la pobreza se extiende cada vez más y abraza a muchos argentinos, en donde persisten grandes desigualdades entre mujeres y hombres, en donde la discriminación hacia la mujer esta presente en las actividades diarias, hace falta hoy más que nunca, de todo trabajo organizado y honesto, de nuestra total perseverancia y convicción democrática.
Si no hablan, si no pierden el miedo a manifestar sus ideas y molestias, si no exigen sus derechos, todo va a seguir igual.
Tengan confianza. Estamos seguros que tienen la fuerza suficiente para transformar las condiciones y alcanzar mejores oportunidades, mejores niveles de desarrollo y crecimiento.
La participación igualitaria de la mujer en decisiones no solo es una exigencia básica de justicia y democracia, también es una condición necesaria para que se tengan en cuenta los intereses de la mujer.
La participación e incorporación del punto de vista de la mujer a todos los niveles del proceso de decisiones no se podrá conseguir los objetivos de igualdad, desarrollo y paz.
Por todas estas razones, desde el ARI vamos a ofrecer programas de asesoramiento a mujeres con la experiencia y ejemplos de mujeres ubicadas en cargos políticos para que adquieran el saber que necesitan para el desempeño de cargos públicos.
Fomentar entre organizaciones de mujeres para coordinar actividades y prestar apoyo a quienes desempeñan cargos políticos y electivos. Compartiremos experiencias y desarrollaremos la cooperación a través de proyectos y actividades comunes. Tenemos en marcha el plan de igualdad que garantiza el cumplimiento de la democracia, para trabajar entre mujeres y hombres por igual como objetivo general.
Tenemos alternativas que aumentan los intereses, los potenciales y las capacidades de la mujer tanto en política como en gobernabilidad.
Estamos construyendo redes de información y participación en nuestro partido par la difusión de los derechos de la mujer.
Electoralmente son mayoría. Hagan valer sus votos para elegir el partido, al candidato o candidata que este comprometido con sus demandas.
Las mujeres ya no le temen a la política.
Jorge Ulises Muñoz
ARI

No hay comentarios: