Hoy 24 de marzo se cumplen 34 años del Golpe de Estado que dio lugar a la más trágica dictadura de nuestra historia.
Ese terrorismo de Estado dejó, entre otras cosas, su huella de muerte, silencio, exilio e intolerancia provocando cicatrices imborrables: militantes, trabajadores, docentes e intelectuales exonerados, encarcelados, desaparecidos, exiliados o silenciados por el miedo; bibliotecas destruidas, contenidos censurados.
La educación, la reflexión crítica y la dignidad son siempre herramientas de libertad incompatible con los regímenes autoritarios.
La memoria, como parte constitutiva de los procesos sociales permite establecer los puentes entre el pasado y el presente a través de los cuáles los pueblos construyen su identidad.
Resulta fundamental para los Trabajadores de la Educación ofrecerles a nuestros alumnos información, estimularlos a ampliarla, ayudarlos a debatir acerca de esta etapa dolorosa de nuestro pasado común y acerca de las formas de convivencia social sobre las que deseamos que se asiente el futuro.
Es nuestro desafío -como docentes y como ciudadanos- trabajar cotidianamente para reconstruir un sistema educativo que irradie los valores democráticos en los que deben formarse nuestros jóvenes.
Creemos que el no recordar, el perder la memoria, implica perder buena parte de los recursos con que contamos para hacer frente a la realidad.
Seguramente no lograremos superar el pasado haciendo de la historia un monumento, sino formando nuevos ciudadanos que sean capaces de reflexionar sobre sí mismos y sobre las implicancias de sus conductas y sus opciones. Ese es el mandato de una sociedad con memoria.
En SUTEBA contamos con materiales de consulta para docentes y alumnos. Es nuestra manera de sumarnos a la tarea colectiva de recordar, pensar y reiterar nuestro compromiso para que NUNCA MÁS el autoritarismo y la muerte se apropien de nuestros destinos.
SUTEBA CHAVES
San Martín 348
miércoles, 24 de marzo de 2010
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