El 9 de julio de 1816 empezamos un proceso como Nación independiente, pero es necesario seguir bregando para terminar con las injusticias, mentiras, ambiciones desmedidas y luchar conjuntamente por un país más justo, solidario, sincero, con ideales propios y conservando nuestra identidad. Sabemos que no es fácil pero tampoco imposible. El camino depende de nosotros y de las generaciones futuras. La fortaleza crecerá si impulsamos la integración y su desarrollo, y favorecemos el entendimiento común, teniendo en cuenta dos pilares indiscutibles: la libertad y la paz.
"Sembrar esperanzas es la única manera posible de creer en el futuro"
Construcción Social Participativa
jueves, 9 de julio de 2009
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